Crítica. La noche más oscura

La noche más oscura

En una industria prácticamente dominada por hombres, la gran dama de Hollywood, Katryn Bigelow, brilla con luz propia.  

La verdad es que no tiene gran competencia. Únicamente Sofia Coppola podría estar a la altura, pero teniendo en cuenta que su cine va por otros derroteros, no por ello menos interesantes, ni tiene la envergadura, ni la repercusión mediática que la californiana. También es cierto que Sofia Coppola tiene poco más de 40 años, con lo que aun tiene bastante trayectoria por delante.

Justamente con 40 años se produjo el punto de inflexión en la carrera de Katryn Bigelow. Rodó Le llaman Bodhi, un rotundo éxito de taquilla, además de convertirse en un mito de los 90. Y aunque continuó sin prodigarse demasiado, al menos le dio el estatus suficiente para realizar rodajes de gran presupuesto y sobre todo para producir sus películas.

Si Le llaman Bodhi le dio reconocimiento, En tierra hostil su noveno film, la consagró. Ganó el oscar a la mejor película y a la mejor directora, lo que la convertiría en la primera directora en ganarlo.

La noche más oscura, recrea la captura y muerte de Osama Bin Laden, aunque  eso supone poco menos de un tercio del film. La película se inicia 10 años atrás con el atentado de las Torres Gemelas, que conmocionó al mundo y en especial  a los Estados Unidos. En dicho momento George W. Bush pone precio a la cabeza de Osama Bin Laden y declara la guerra abierta al terrorismo islámico y se inician un conjunto de acciones bélicas para su captura.

La protagonista, Maya, una agente de la CIA interpretada por una convincente Jessica Chastain, decide poner todos sus esfuerzos y empeño en conseguir capturarlo. Perseverante y obsesiva, recuerda a la protagonista de la premiada serie Homeland. Tanto en el personaje de Claire Danes, como en el conjunto de la serie.

La película no ha sentado muy bien al gobierno estadounidense, muestra de ello es que el presidente Obama, en los pases privados que tienen de las películas previo a los oscar, no ha hecho declaraciones al respecto de la película, mientras que de las otras si lo ha hecho. Katryn Bigelow muestra de forma explícita que el ejército americano y la CIA han utilizado torturas selectivas con presos, algo que el gobierno americano siempre ha negado.

En cualquier caso Katryn Bigelow se muestra ambigua al respecto de las torturas. La película únicamente los muestra. No toma parte. No hay ningún discurso patriótico a favor, ni victimista denunciándolos. A mitad de película cesan. Coincidiendo posiblemente con las denuncias de Amnistía Internacional por malos tratos a prisioneros de guerra.

La película está perfectamente planificada. Se muestra sólida en sus casi 3 h de metraje, distribuidos en 3 partes. Las torturas, la investigación en Pakistan y la captura, para contar los 10 años transcurridos desde el atentado de las Torres Gemelas, en el que además se muestran otros atentados en ese período. El de Londres, el del hotel Marriott en Islamabad, y en una base americana mientras esperaban un contacto.

La película puede generar cierta controversia por parte de la sociedad islámica, por parte de los propios americanos por verse retratados ante las torturas, y  por parte de la sociedad europea, que presenta cierta animadversión hacia el espíritu americano de erigirse salvadores del mundo, pero desde el punto de vista técnico y artístico, sin duda nos encontramos ante una película contundente y perfectamente calculada. Confiemos en no tener que esperar mucho tiempo a ver a Katryn Bigelow de nuevo en acción.