Crítica. Salvajes

Hay directores cuyos estrenos siempre son recibidos atentamente. Y Oliver Stone es uno de ellos, constituyéndose como cronista de la más reciente historia estadounidense. Ahondando en sus entrañas y en sus prejuicios.

Aunque creo que en sus últimos trabajos ha perdido la fuerza que tuvo con sus primeras películas. Platoon, Wall Street,  Nacido el 4 de julio o JFK. 

Hay que decir que de Salvajes me pone un poco nervioso, el hecho del  triángulo amoroso tan bien avenido que se produce entre el trío protagonista, que se va sosteniendo por los pelos. Llamadme anticuado o remilgado. Pero no me convence. Aunque ciertamente, es algo relativamente superfluo en la historia. Funcionaría igual si en lugar de un trío fuese una pareja. 

La película empieza  con la voz en off de la protagonista femenina indicando que aun contando la historia, podría estar muerta. Haciendo una analogía con la película de Billy Wilder el crepúsculo de los dioses en el que el protagonista principal empieza a contar su historia a la vez que le encuentran muerto en una piscina, en un alarde de virtuosismo de Wilder.

Pero claro, ni Oliver Stone es Billy Wilder, ni Blake Lively es William Holden. De modo que de esta guisa se pone en marcha la historia.

El trío protagonista, dos chicos y una chica, poseen, sino una de las mayores plantaciones de marihuana, sí una de las de mejor calidad. Y de esta manera viven con el lema haz el amor y no la guerra, bajo el amparo de un policía corrupto interpretado por John Travolta. Todo funciona perfectamente, hasta que uno de los cárteles mexicanos quiere negociar el hacerse con una parte del negocio. Ante la negativa de los primeros, los segundos secuestran a la chica para persuadirles. 

LLegados a este punto la feliz historia, de sexo, drogas y buen rollito, se torna en una violenta historia por recuperar a la chica en un caso, y por hacerse con parte del negocio en el otro, en la que Benicio del Toro interpreta a un sádico psicópata que es el brazo ejecutor de Salma Hayek, jefa del cártel siempre a la distancia y oculta. Como casi siempre Benicio del Toro, de lo mejor de la película.

En general la película es entretenida, aunque desde mi punto de vista la historia tiene ciertas inconsistencias. No creo que sea de lo mejor de Oliver Stone.